Una de las fases fundamentales en la creación de máquinas es el diseño, cómo se aproximará el usuario a esa máquina, lo intuitiva y práctica que sea su utilización. Esto es así tanto para la creación de máquinas reales como en el cine o en otro tipo de obras culturales.
Carlos Salgado, ilustrador y diseñador fue responsable del diseño del Pilgrim 7000, el robot humanoide protagonista de la película Autómata. Tal como contó en el taller “Robótica, arte y cultura” celebrado el pasado mes de mayo en RoboCity16, se inspiró, además de en Atlas, el soldado humanoide de Boston Dynamics, en el trabajo del diseñador industrial Dieter Rams.
Dieter Rams nació en 1932 en Wiesbaden (Alemania). Desde pequeño se quedaba absorto mirando trabajar a su padre, que era carpintero. Hasta tal punto que dejó sus estudios de diseño de interiores, que comenzó a los 16 años, para aprender carpintería durante tres años. Posteriormente estudió arquitectura, formación con la cual se incorporó en la compañía Braun en 1955 tras dejar su trabajo en un estudio de arquitectura.
Su cometido en la empresa, como arquitecto y diseñador de interiores, consistía en el diseño de expositores y oficinas, pero su interés se fue centrando cada vez más en los productos. Max Braun, fundador de la compañía que nació en 1921 como fabricante de componentes de radio, murió repentinamente en 1951, tras lo cual sus hijos Arthur y Erwin, de 26 y 30 años respectivamente, se tuvieron que hacer cargo del negocio. Unos propietarios jóvenes junto con el momento de cambio que suponía en Europa dejar atrás la Segunda Guerra Mundial, de la cual con mucho esfuerzo Max Braun reflotó su empresa tras ser prácticamente destruida, fue un caldo de cultivo ideal para que jóvenes diseñadores como Dieter Rams tuviesen oportunidad de demostrar su talento.
Una de sus primeras creaciones fue el SK4, que desarrolló en un equipo dirigido por el arquitecto y diseñador ya senior Hans Gugelot. Este aparato tenía la doble función de radio y tocadiscos, innovación de Braun que muy pronto fue incorporada por otros fabricantes. Era un diseño totalmente distinto a lo que se consideraba “elegante” en aquel tiempo en el que los aparatos de radio eran cajas de madera ornamentales que imitaban muebles de aspecto clásico. Una caja de metal blanco con paredes laterales de madera y una tapa transparente para que se viese el mecanismo eran el sello de identidad de un dispositivo cuyos detractores llamaron “Snow White´s coffin” (el ataúd de Blancanieves). Se equivocaron. Una nueva generación de consumidores aceptó de muy buen grado este diseño simple e innovador.
Poco a poco Dieter Rams siguió trabajando y mejorando su estatus en Braun, hasta tal punto que en 1962 se convirtió en el director de un joven equipo de diseñadores. Se materializaba entonces el distanciamiento de los hermanos Braun con los diseñadores senior y la confianza en la visión de Rams, que siguió trabajando para la compañía en distintos puestos hasta su jubilación en 1997.
Dieter Rams ha diseñado todo tipo de productos: calculadoras, radios de bolsillo, afeitadoras… y su trabajo ha tenido una gran influencia en el consumidor y, sobre todo, en creadores y artistas. Dos casos paradigmáticos: Jonathan Ive para Apple y Jasper Morrison para Rowenta. En nuestra interacción con gadgets y electrodomésticos el diseño es clave para una buena experiencia como usuario. En el ámbito de la robótica, en la que confluyen tantas y tan diversas disciplinas, la concepción del producto final será un elemento decisivo a la hora de incorporar los robots, que realizarán funciones inimaginables hasta ahora, a nuestras vidas.
El legado de Dieter Rams, por tanto, permanecerá vigente en las futuras creaciones tecnológicas. Estos son los principios que rigen su trabajo.
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